lunes, 30 de noviembre de 2009

CORRIENTES EPISTEMOLÓGICAS QUE SUSTENTAN LA TECNOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN.

La década de los años 50 es conocida como el comienzo de la era tecnológica vinculada a la educación, a partir del desarrollo de las máquinas de enseñar y con ellas la enseñanza programada, cuya creación se atribuye a B. F. Skinner, profesor de la Universidad de Harvard en el año 1954.

Desde sus inicios se dejaba ver una concepción conductista del modelo donde el ensayo-error y los reforzadores de las respuestas jugarían un papel importante.
B. F. Skinner, psicólogo norteamericano y radical defensor del conductismo, baso sus experiencias educativas en el condicionamiento operante o instrumental como versión más actualizada para su tiempo de los trabajos que había realizado su colega J. B. Watson, figura destacada dentro del conductismo e influenciado por las investigaciones de los fisiólogos rusos Iván Pavlov y Vladimir M. Bekhterev sobre el condicionamiento animal (condicionamiento clásico o respondiente) que sentaría las bases del esquema E-R (estímulo-respuesta).
Las corrientes epistemológicas actuales que derivan de la base filosófica del conductismo lo constituye el pragmatismo y el funcionalismo, aunque se reconoce que existen otras.
La filosofía Pragmática surgida y formada en los Estados Unidos, tiene como principal representante a Charles Peirce, quien sostenía que “todo el contenido o valor de nuestras ideas o conceptos se reduce a las consecuencias prácticas que podemos esperar de ellas”. Con esta posición epistemológica Peirce revela que las ideas tienen valor cuando a través de ellas se obtienen productos que resuelven necesidades, de lo contrario ninguna idea tiene significado. Justifica la tecnología como el producto que necesariamente han de las ideas o conceptos para mejorar las condiciones de vida.
El funcionalismo, aunque su fundamento filosófico careció del mérito esperado, su impacto fue trascendental por la utilidad que le dio al modelo político Norteamericano, al plantear la necesidad de preparar al hombre para la industrialización, tecnocratización y competencia capitalista, obviando la esencia del propio ser humano como ser bio-psico-social. Esta corriente se sustenta el uso de la tecnología en la educación al considerar que un ser capacitado tecnológicamente es la única garantía para mantener la hegemonía en el mercado capitalista.
El criticismo, aunque no se basa el conductismo, es otra corriente epistemológica que sustenta la tecnología en la educación. El Principal representante de ésta corriente es Emmanuel Kant, quien afirma que “No existe nada en la inteligencia que no se origine de la experiencia, pero al mismo tiempo no todo el contenido de este conocimiento proviene de la misma forma. Es decir que todo lo que se conoce proviene del objeto conocido, pero al mismo tiempo se alimenta de la estructura de la inteligencia que conoce.
El criticismo sirve refundamento a la tecnología en la educación en que siempre la razón media en el conocimiento, conduciendo al ser a hacer juicios a priori sobre lo que ya sabe. De ésta manera el ser nunca se conforma con lo que sabe, sino que ésta en una constante de búsqueda del conocimiento y se mueve siempre hacia la innovación y la creatividad, generando tecnología para resolver sus propias necesidades.


El Racionalismo, según el cual se considera que el “… ser humano está dotado de una capacidad racional que puede captar objetivamente la realidad en todas sus formas, construir y perfeccionar de continuo los saberes y hacer posible el progreso humano y el entendimiento entre las personas” (idem). Sin duda, el Racionalismo sirve de fundamento a la tecnología en el sentido que, esta plantea que el ser por naturaleza busca perfeccionar el conocimiento para construir el progreso, lo cual lo lleva constantemente a generación de la tecnología o al mejoramiento de la ya existente
Finalmente, el Constructivismo, que propone que “… la educación debe partir desde la situación cognoscitiva del alumno de su individualidad, de sus intereses e idiosincrasia, por lo que debe reconocer la cultura específica del alumno con sus respectivas estructuras de conocimiento ya formadas y emprender una acción formativa del alumno y del conocimiento que los transforma mutuamente" (Idem). Esta corriente epistemológica deja en claro que el o la estudiante, siempre va a estar en disposición de apropiarse de nuevos aprendizajes que lo transforma continuamente. De esta manera el constructivismo aporta cada vez más elementos nuevos de aprendizaje que se manifiestan, necesariamente en la aplicación e innovación tecnológica.


Referencias Bibliográficas.

Márquez Prada, B. (2001) Filosofía de la ciencia en valores. Universidad Industrial de Santander. Colombia.
Verdecía Carballo, E. (2007) Algunos fundamentos filosóficos y psicológicos de la tecnología educativa.

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